Algunos días en Esmeraldas…

El domingo pasado, madrugamos, salimos temprano de Cumbayá rumbo a la playa, necesitábamos desconectarnos un poco. Tomamos la vía – en aceptable estado – Calacalí – La Independencia, apreciándose alto tráfico en una parte de esta, probablemente por el cierre temporal de la Alóag – Sto. Domingo. Apenas dos controles policiales por el sector de Quinindé, carretera a partir de la cual, la vía está en regular estado. Transitando por las calles de sus poblaciones (Tonsupa, Atacames, Súa, etc.) se respira un aire de calma, quizás aparente, quizás relativa, en donde se refleja poco turismo a pie; la gente del lugar parecería evitar mirar directamente a los ojos de quienes andamos en auto, quizás tratando de no comprometerse con la mirada; pero, a la vez, sin bajar la guardia observando de reojo. El clima maravilloso, al igual que el paisaje y la comida. En general, una hermosa provincia que lucha por sobrevivir, por no dejarse caer, por sostenerse en base a su principal activo, el turismo, pero con su fundamental soporte afectado, la seguridad, golpeada como en todo el país. Sin embargo, en base a nuestra experiencia de este viaje, sí vale la pena visitarla y disfrutarla, con las precauciones debidas, viajando de día, evitando salir por las noches, y permaneciendo en hoteles o residencias privadas seguras.

Al turismo debemos apoyar y fomentar, ya que es una importante fuente de ingresos de cientos sino miles de compatriotas, que contribuye poderosamente con el fortalecimiento económico del país. Ojalá que, en este feriado que está por terminar, los controles policiales se hayan intensificado y permanezcan constantes.

Amables lectores, que tengan un feliz feriado; y, de manera particular, para los católicos, que estos días sean también de recogimiento espiritual y reflexión por la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.

Si me preguntasen si volveríamos, la respuesta es Sí.   Same, marzo 27 a las 15H30.