Cartas a Quito / 23 de marzo del 2024

La Cultura de la indiferencia

Se refiere básicamente a que en los momentos actuales de alto desarrollo de las sociedades y de un poder inconmensurable de la tecnología, donde los medios de comunicación colman todos los espacios y la gente en su diario trajinar se ha sumido en una individualidad absoluta, cada quien pegado a su celular permanentemente, hace caso omiso de la gente que la circunda, ni siquiera la observa, peor que le dirija unas palabras o logre establecer una conversación, pues no tiene tiempo para dedicar unos minutos a su mundo circundante.

Esta cultura de la indiferencia se hace más notoria en los países con mayor desarrollo, extensión territorial, población y más exigencias de supervivencia, lo cual incita a no poder preocuparse para nada de nadie; a duras penas hacer algo por su vínculo familiar más cercano, pero nada en absoluto para otras personas, peor aún si no son conocidas. Los vecinos en las grandes urbanizaciones y edificios gigantescos, ni siquiera se percatan de quienes son sus vecinos, aun cuando hayan ya convivido muy cerca, quizás por largos meses o a lo mejor incluso años.

Qué va a pasar más adelante en la humanidad, que seguirá creciendo exorbitantemente y que las necesidades cada vez para su subsistencia serán de mayor exigencia y además con la permanente sensación de inseguridad, nadie quiere relacionarse con una persona desconocida, evita acercarse o disimula no haberla visto.

Creo que amerita mucho hacer campañas de promoción social, para lograr agrupar personas en eventos cívicos, culturales, deportivos, religiosos, en fin todo aquello que incentive la reunión de masas y la participación comunitaria, para conseguir mayores acercamientos y disfrutar a plenitud de esa sensación de amistad, colaboración, solidaridad y amigabilidad.

Hernán Patricio Orcés Salvador

El Niño Anual

Alexander von  Humboldt (1979-1859) fue un astrólogo, naturista, humanista y geógrafo nacido en Berlín. Describió la corriente de aguas frías que se dejan sentir en las costas de Chile y Perú, de ahí su nombre, (antes descubierta por el español José de Acosta). Humboldt fue el primer científico en explicar las funciones fundamentales del bosque en el ecosistema y el clima, tanto la capacidad de los árboles de almacenar el agua y enriquecer la atmósfera con su humedad, como protección que daban al suelo y su efecto de enfriamiento.

Humboldt afirmaba que los viejos árboles demoraban la evaporación del agua de lluvia, evitaban la erosión del suelo y garantizaban el equilibrio armonioso de los ríos y las lluvias.Su destruccion era la causa de las feroces sequías y las imparables inundaciones. La cordillera ecuatoriana está deforestada: los colonos europeos destruyeron los bosques. Los ríos no se secan durante buena parte del año y cuando en la cordillera llueve se convierten en torrentes que arrasan los campos. Un mensaje para los estudiosos naturistas nacionales y autoridades para que se encuentren las soluciones al dramático fenómeno climático que vivimos durante siglos.

Guillermo W Álvarez