Centro Histórico: un lugar de las disputas y de la memoria de Quito

Nadie dudará que el Centro Histórico de Quito es la zona más bella de la ciudad. Sin embargo, tiene muchas complejidades, que no es de ahora, sino incluso al comenzar el siglo XX. Siempre ha sido la zona de disputas y, por ello, concentra la memoria de Quito. No por nada es Patrimonio Cultural de la Humanidad para la Unesco.

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Disputas y memoria caracterizan al Centro Histórico

Los historiadores documentan el carácter comercial del Centro Histórico de Quito. Funcionaba la administración pública, la banca, el comercio. A su vez, fue el punto de llegada de la migración interna, sobre todo indígena. La Plaza de San Francisco era, en realidad, un mercado. San Roque, el barrio que concentraba la migración indígena. Esto, a su vez, generaba tensiones con sus pobladores anteriores -las élites quiteñas- que comenzaron a desplazarse al norte, por la década del 20 del siglo pasado.

Esas disputas y memoria se mantiene hasta ahora. Martha Ramírez Dávalos, por ejemplo, vive en el Centro desde hace más de 70 años. Si bien tiene una casa en el norte de la ciudad, siempre se quiso quedar en el lugar que la vio nacer. Pero reconoce que vivir ahí ha cambiado mucho. “Ya no es seguro, ya no se puede caminar por las noches”, dice a EL COMERCIO, mientras caminaba por la calle Bolívar, antes conocida como la calle de San Buenaventura.

Otros gozan, en cambio, de una mayor seguridad. Como Leticia, una comerciante que tiene una pequeña tienda en la parte baja del Ministerio del Interior desde hace tres años. “Yo no me puedo quejar porque están los policías y militares. Pero sí hay un poco de indigentes”, dice.

Venta ambulante e indigencia en el Centro Histórico

Las mayores quejas, desde hace mucho tiempo, han sido la venta ambulante y la indigencia en el Centro Histórico. “Pero eso ha ido cambiando”, dice Ricardo Sánchez, presidente del Buró del Centro Histórico, una organización que tiene como objetivo principal promover el desarrollo del Centro Histórico.

Sánchez sabe que el Centro Histórico tiene sus complejidades y también sus desafíos, como lo tienen todos los microcentros del mundo. Para ello han propuesto un proyecto que tiene las siglas de S.O.L. y que quiere decir Seguridad, Orden, Limpieza.

La propuesta del Buró es que se desconcentre la mendicidad y que se crea un mercado artesanal en la zona. “No se trata de esconderlos bajo la alfombra, bajo ningún aspecto. Proponemos que se descentralice la ayuda porque hay que tomar en cuenta que la mayor cantidad de personas en situación de calle son de bien al norte o de bien al sur”. Cree que debiera haber centros de ayuda en esos sectores para que no se concentren en la zona turística del Centro.

En cuanto a la informalidad, el Buró del Centro Histórico propone que se cree un mercado artesanal y que se forme a los vendedores ambulantes. “Cuando los turistas nos preguntan dónde comprar souvenirs, les tenemos que decir que vayan al Mercado Artesanal de La Mariscal”, añade Sánchez.

Un trabajo patrimonial

La recuperación del Centro Histórico implica también un trabajo patrimonial. Y una de las más importantes es la que están haciendo en la calle Benalcázar, sobre todo entre las calles Esmeraldas y Manabí.

Se trata de una recuperación integral de esta calle de piedras que datan de inicios del siglo XX. El Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) es la encargada de llevar adelante este trabajo en el Centro Histórico de Quito. Levantaron piedra por piedra, la colocaron a un lado. Se aplicó hormigón y están colocando nuevamente piedra a piedra.

Pero esta intervención no solamente es en esta cuadra. Se extenderá hasta la calle 24 de mayo. Según cuenta Karina Núñez, directora de ejecución de proyectos patrimoniales del IMP, irá hasta la calle 24 de Mayo. Pero en otras cuadras, se plantará árboles nativos, se ampliarán las aceras y se instalarán paneles solares para la iluminación. Con ello, se buscará mejorar la calidad de vida de quienes habiten en el Centro Histórico y de quienes lo visiten.