Insomnio


Políticos de diverso pelaje, algunos empresarios y hasta figuras de la farándula habrán recurrido a sus médicos y farmacéuticos en busca de poderosos somníferos para poder conciliar el sueño, luego de las declaraciones de esa mujer eficiente, pero amoral, llamada Mayra Salazar.

Verdad que en los últimos meses la fiscal general ha revolucionado al país con investigaciones valientes y precisas sobre los negocios, contactos, chats, de personajes que parecían intocables, en los procesos Metástasis y Purga. Pero ninguna información ha contenido detalles tan precisos y certeros como los de M Salazar. Claro, esta persona de enorme capacidad de gestión -que habría triunfado como gerente de ventas de una gran empresa – se vio ante una segura condena de varios años de prisión y optó por poner sus conocimientos y habilidades al servicio de la fiscalía en busca de una pena reducida. Y parece que lo logrará por lo contundente de sus revelaciones.

Pero toda la labor de la fiscal se quedará en fuegos de artificio si los jueces no dictan sentencias que castiguen a los responsables de sus fechorías. Hasta aquí no hay una sola decisión que culmine las investigaciones fiscales. Los trámites son lentos y engorrosos y los abogados de los acusados son muy creativos para provocar incidentes procesales para diferir los juicios en espera de que concluya el período de la fiscal Salazar y le reemplace funcionario menos acucioso y “más asequible”. Han proliferado también abogados en crear conflictos en los juicios, sin asistir a las audiencias, con enfermedades ad hoc, sustituyendo al defensor y aplicando cuanta jugarreta se inventan para evitar que sus clientes vayan a la cárcel.

Los vínculos de varios jueces de todo nivel con los políticos y los narcotraficantes son tantos y tan evidentes, que una reestructuración de la administración de justicia es imprescindible y urgente. Es el gran reto de los presidentes de la Corte Nacional y del Consejo de la Judicatura. La ciudadanía estará vigilante de sus actuaciones.