La paz con el Perú

Los que vivimos, en Ecuador, desde mediados del siglo XX sentimos lo difícil que fue superar el problema limítrofe. Parecía que iba a ser una herencia penosa que íbamos a dejar a las futuras generaciones. Se vivía en permanente preparación para una guerra, que podía provocarse en cualquier momento. Las guerras producen odios entre los pueblos e impiden el desarrollo de los mismos. Los vendedores de armas se aprovechan de los aspectos psicológicos de los grupos humanos. 

El 28 de octubre se cumplieron 25 años de la firma de la paz con el Perú. Hubo pocos actos conmemorativos. Pero, para quienes vivimos y trabajamos con visión de largo plazo, este hecho fue muy importante. Se superó una serie de ideas encontradas. Por una parte, estaba la idea de que el territorio ecuatoriano algún día llegó hasta el río Amazonas y que no debíamos renunciar a ello. De otro lado, estaba el anhelo de vivir en paz, aunque sea en un territorio pequeño. 

Los sucesivos gobiernos de: Borja, Sixto, Bucaram, Alarcón y Jamil Mahuad, se empeñaron en conseguir la paz. La mayoría del pueblo hizo consciencia de que era hora de cerrar la frontera con el Perú. A Mahuad le correspondió firmar la paz. También, se debe señalar que,durante los gobiernos de Roldós y Hurtado se equipó a las fuerzas armadas. En el gobierno de Hurtado, con gran esfuerzo económico, se adquirió flotillas de aviones kafir y mirage que dieron la victoria en el Cenepa en 1995 e influyó en el Perú para que busque la paz. Fue una política de Estado, más allá de las ideologías políticas de derechas o izquierdas. La generación actual y las futuras deben rescatar esta historia para comprender que para vivir se requiere gobernar el país con políticas de estado de largo plazo.