La sequía no se superará con lluvias esporádicas

Las lluvias que cayeron la madrugada del domingo 22 de septiembre en Cuenca generaron entusiasmo en Ecuador.

Pero la sequía que atraviesa el Austro no se resuelve con precipitaciones esporádicas.

Esas lluvias no representaron un mayor aporte ante la magnitud del estiaje.

Para ilustrar se puede hacer la siguiente analogía. Sería como tener una deuda de 10 000 dólares y recibir un ingreso de 100 dólares. Contribuyen, pero alcanza para salir del problema.

Los técnicos de la Red Hidrometereológica de Cuenca fueron claros sobre los parámetros que se requieren para salir de la sequía. Se necesitan de 10 a 15 días de lluvias y que cada una dure una hora, por lo menos. Además, que caigan en los páramos y humedales.

Los suelos están extremadamente secos. Si hay lluvias esporádicas seguidas de días con alta radiación, la humedad se evapora. Eso ocurrió entre el domingo 22 y lunes 23 de septiembre de 2024, en Cuenca.

Los caudales de los ríos están disminuyendo y ubicándose en los niveles registrados la mañana del sábado 21. Es decir, antes de las recientes precipitaciones.

Ante ese escenario, no solo debemos esperar que los otros den una solución. Como ciudadanos tenemos que actuar desde nuestro espacio con ahorro de los recursos.

En Cuenca, que registra su tercer período de sequía en los últimos 12 meses, aún se observan personas lavando sus automotores. El Alcalde cuencano pidió hace casi un mes, que la ciudadanía ahorre agua. Al inicio se logró un 10%.

Esta crisis hídrica es un llamado a la acción. Es imperativo implementar estrategias efectivas para la gestión del agua y fomentar una cultura de conservación.

La situación actual no solo refleja un problema ambiental inmediato, sino también un desafío a largo plazo que requiere colaboración y compromiso colectivo para asegurar un futuro sostenible.