La II Guerra Mundial es uno de los acontecimientos históricos más relevantes del siglo XX. Sin embargo, existen operaciones poco conocidas, aunque realmente significativas para el resultado final. Una de ellas es la Operación Fortaleza.
Si bien el desembarque de los Aliados en Normandía, realizado el 6 de junio de 1944, conocido como el ‘Día D’,es considerado un hito en el cambio de rumbo de la guerra porque abrió un segundo frente para las fuerzas del Eje en Europa occidental, poco se sabe sobre la forma en que sellevó a cabo.
Desde 1943 los alemanes se vieron obligados a fortalecer el ‘muro atlántico’, una serie de fortificaciones fijas que se extendían entre Noruega y España, operación que se le encargó al mariscal de campo Erwin Rommel, cuya estrategia era impedir que los Aliados alcanzaran las costas de Francia. Y si bien los alemanes sospechaban que el desembarque podía hacerse por Normandía, la lógica dictaba que ser por el paso de Calais, el punto más estrecho del canal de La Mancha.
Para reforzar esta idea, los Aliados crearon la Operación Fortaleza, un teatro de operaciones falso en la zona de Calais, donde se desplegó un ejército aliado, se colocaron carros de combate, se creó un tráfico de operaciones falsas e incluso se movilizó a la resistencia francesa, todo diseñado para indicar que se planeaba realizar el paso por Calais. Esta labor se llevó a cabo de manera tan detallada como el propio desembarque en Normandía.
Al igual que en el frente oriental, el clima fue un factor decisivo en la ejecución de las maniobras. Dado el mal tiempo que reinaba en el canal de La Mancha, el ejército alemán consideró imposible que se realizaran operaciones en esos días, razón por la que el ‘Día D’ la marina no estaba desplegada y la fuerza aérea se negó a salir. La Operación Fortaleza tuvo tanto éxito en su engaño que una división del ejército alemán permaneció en Calais hasta julio, esperando una invasión que nunca sucedió.