El 22 de diciembre de 2024, Javier Vásquez Chacón, un ciudadano ecuatoriano que se encontraba de visita en Medellín con su familia, fue encontrado por la Policía sin vida en un hotel del centro de la ciudad tras una noche de fiesta.
El hombre fue reportado como desaparecido por su madre y su hermano. Ellos lo acompañaban en ese viaje en la capital de Antioquia, en Colombia. Le perdieron la pista una noche en la que salió de rumba en una discoteca de la Avenida Las Palmas.
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Según información de la Fiscalía, Vásquez se habría citado con una mujer a través de una aplicación digital en ‘La Chula’, una reconocida fonda y discoteca de la ciudad. Ya en horas de la madrugada se habría retirado del lugar en compañía de dos mujeres. Ahí estaba la persona con la que se habría concertado el encuentro en primer lugar.
El grupo abordó un vehículo que prestaba servicios de transporte, a eso de la 1 de la madrugada del 23 de diciembre, y se dirigieron a un hotel ubicado en la calle 57 con carrera 48.
Se encontraba a pocos metros de la Catedral Metropolitana de Medellín, en el sector de La Candelaria.
El ecuatoriano perdió la consciencia
Según las investigaciones realizadas por la Fiscalía de Colombia, Vásquez habría perdido la consciencia en el vehículo. Se presume que fue producto de la ingesta de una sustancia que le fue suministrada, presuntamente, por las mujeres, previo al abordaje del automóvil.
Una vez que llegaron al alojamiento del centro de Medellín, las dos mujeres habrían trasladado a Javier hasta una habitación de este recinto. Presuntamente, lo dejaron en la cama para posteriormente hurtarle sus pertenencias.
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Los familiares de Javier Vásquez denunciaron su desaparición el 24 de diciembre. Desde entonces las autoridades comenzaron las labores de búsqueda e investigación correspondientes.
Según la familia de Vásquez, durante la noche de fiesta, el hombre les habría enviado varias fotografías y videos con la presencia de varias personas en su compañía. En ese grupo estaba la mujer con la que se había citado.
“Salió a la discoteca La Chula el día domingo a las 9 de la noche. Yo lo llamé a las 2:30 de la madrugada para decirle que viniera porque teníamos un tour con la agencia para Guatapé”, contó su madre.
El 23 de diciembre, funcionarios del hotel del centro de Medellín reportaron el hallazgo del cuerpo sin vida de Vásquez Chacón en la habitación que había sido tomada por las mujeres. Para ese momento, se desconocía su identidad,, en tanto sus documentos habían sido hurtados.
Fue hasta el 25 de diciembre que los familiares de Javier pudieron identificarlo en la sede de Medicina Legal en el barrio Caribe, tras 24 horas de haber reportado su desaparición.
¿Quién es la presunta asesina de Javier Vásquez?
Horas después de denunciar, se rastreó una serie de compras inusuales realizadas con las tarjetas de crédito del hombre, que alcanzaban los 12 millones de pesos.
Esta actividad ayudó a las autoridades a dar con una de las presuntas involucradas en el crimen del turista.
Con esa información y gracias a la revisión de los videos de seguridad del alojamiento a donde llegaron las mujeres en compañía del ecuatoriano, la Fiscalía pudo constatar que una de las implicadas fue Nathalia Carolina Vargas Salcedo. Esta joven mujer venezolana habría sido la responsable de concertar el encuentro con Vásquez Chacón.
Tras el hallazgo del cuerpo, no se encontraron signos de violencia, sin embargo, posterior a las investigaciones de la Fiscalía se descubrió que el hombre había muerto por asfixia mecánica.
Por estos hechos, la Fiscalía presentó a Vargas Salcedo ante un juez de control de garantías con los elementos materiales probatorios suficientes para relacionarla con el crimen.
Y un fiscal de la seccional Medellín le imputó a la mujer venezolana los delitos de homicidio y hurto calificado, ambas como conductas agravadas. Vargas Salcedo no se allanó a los cargos y recibió medida de aseguramiento en centro carcelario.
Ahora, la Fiscalía continúa con las labores de investigación para dar con el paradero de la segunda mujer implicada en el crimen del ciudadano ecuatoriano.